lunes, 29 de marzo de 2010

¿Qué les queda a los jóvenes?, Mario Benedetti.

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.

sábado, 13 de marzo de 2010

No queremos más mentiras, ya basta.

“Nosotros somos el cambio”, “queremos que nuestro país sea un país libre”, “nada más de lo mismo”, son frases que permanentemente escuchamos en estoy días dentro de esta política contemporánea. El neoliberalismo se ha apoderado de nosotros y de nuestra sociedad, una forma de vida vana, una sociedad egoísta y cada vez más desigual. Todas las palabras, todas las promesas y el futuro país mejor, nunca llegaron. Vivimos en un país donde el proletariado, el pueblo, vive inmiscuido en millones de palabras que no tienen argumento ni un tras fondo, vivimos en un país “libre” donde somos gobernados y somos parte de esta represión constante que es el estado, los grandes comercios y el capitalismo en general.
¿Dónde quedó el cambio? ¿Dónde está el país libre que, se supone, somos? Sólo hemos escuchado mentiras por parte de las empresas de la política, esas que se hacen llamar Concertación y Alianza “por Chile”. Ellos son los grandes ladrones, ellos son lo que nos reprimen, pero cada presidente no es más que un muñeco que representa a la burguesía.
Mucho ha prometido la Concertación, pero aun seguimos esperando ese cambio, con ayuda de su supuesta democracia, que se prometió hace ya bastantes años.
Por otro lado no queremos que nuestro presidente, nuestro representante y nuestra voz, sea un empresario más, que ayude a acrecentar la brecha social, que nuestra gran decisión es borrar.
Nos llenan la cabeza con sus falacias, su falsa democracia y su interés social poco creíble, pero somos nosotros, el pueblo, los trabajadores, los estudiantes y todo aquel que tenga interés en hacer de Chile un país libre, los que debemos alzar la voz, somos nosotros los que decidimos quien será nuestra voz en la política, quien queremos que nos represente, nosotros somos Chile, nosotros decidimos. Pero sin antes cambiar nuestro modo egoísta de pensar, nuestro país no progresará y no lograremos esa tan ansiada libertad. La decisión está en nuestras manos, pero debemos tomarla de una manera responsable y justa.

05/12/2009


Me destrozo.
Son bombas.
Quiero beber, beber y beber
tu sangre machada de dolor…
quiero tocar, aferrar t nunca soltar
ese abrazo tan largo que no pensaba terminar.

Lo que sorprende es el dolor
de aquella yaga que no cerró
donde sólo habían heridas
ahora no hay más que compasión.
De aquel beso que me mancha,
de esa suave alucinación.
Porque cada vez te siento
en ese espacio desde lejos.
Van pasando más miradas
y esa fuente de pasión,
que llena y me engaña,
ya me tiene el corazón…

viernes, 19 de febrero de 2010

Todos creemos en ellas.

En un momento podemos dejar de ser claros en lo que queremos, aunque lo tengamos adentro de uno, cada cual tendrá siempre lo que quiere pero debe buscarlo y quererlo en realidad. Dentro de nosotros mismos se encuentran las verdades más importantes, esas que no las pasan en el colegio, en la televisión, tampoco las muestran como grandes avances tecnológicos, pero que cada uno sabrá, más adelante, según la ocasión que se esté dando, utilizarlas como armas; una difícil elección entre lo que quieres y lo que deseas, pero está en tus manos. Las verdades se van mostrando según tus puntos de vista y se van moldeando y afiatando a tus propias verdades, mi objetivo no es crear una conciencia a nivel humana más bien a nivel sentimental porque en el fondo cada persona sabe siempre sus verdades, esas que cree solo él posee, pues yo aun estoy de acuerdo con ello, mas al contrario no las critico y creo apoyarlas, quizá para muchos es una forma de vivir tan natural que ni siquiera las ven, conviven con cada pétalo que su vida forma pero aun no saben como se construye, mas yo aun no lo sé y prefiero seguir con esa persistente duda y solo me gusta disfrutar el momento exacto en que cada verdad sale a la vista de todos, pero nadie la quiere ni la toma para examinarla...

¿Me ayudas a cumplir mi sueño?

Ni atardeceres ni noches completas fueron necesarios para poder imaginarnos lo que viviríamos.

Donde todo fuese verde, ese verde imponente, y café, como si nos enseñaran cada año de vida. Alrededor nuestro, siempre nuestro.

Era de nosotros. Nuestro sueño por cumplir.


Caminaríamos, como balanceándonos entre ramas, lo haremos; danzando con el viento, siendo uno con el bosque. Mi fuerza elemental, es como si allanaran mi corazón y pusieran todo fuera en tal orden idéntico al paisaje, porque lo árboles serían mío y yo sería de los árboles. Temblando tomaré tu mano y con una sonrisa típica tuya la apretarás. Caminaremos y los dos sentiremos como el viento nos conducirá a nuestra unión.

Esa sonrisa que nunca se apagó mientras estuve a tu lado, en ese momento brillará más que la Luna, más que todas la Estrellas existentes, más que todo, porque seremos uno.

Alzaremos nuestras manos hasta casi toparse con nuestra mirada, de frente y mirándonos sin pensar más que en nosotros. Te sonreiré, la sonrisa más simple y pura que jamás verías, la mejor guardada dentro de mí.

Cerraremos los ojos y sólo sentiremos el trozo de tela que se enlazará a nuestras manos juntas y enlaza nuestras almas, por siempre. Como una fría lluvia sentiremos la unión que cada gota que se derrama es el llanto del bosque por haber entregado a dos de sus hijos.

Con los ojos cerrados tocaré tu cara y palparé tus sentimientos. Y con una cálida sonrisa te besaré.

Somos uno.

Ante el alma más grande para mí, somos uno, gracias Naturaleza.

Es mi sueño y quiero que seas parte de él.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Después de alimentar a mi docena de pequeños hijos, tuve que salir de mi acomodada y segura guarida, al frío de la casa, a la inmensidad de los muebles y enfrentarme al miedo de las llamadas personas. Debo haber recorrido unas cuantas piezas. Escondiéndome entre los juguetes de los niños, una guitarra guardada en uno de los closet, ropa tirada en el piso.. hasta al fin encontrar esa puerta de mi salida. Aunque el camino ya estaba en mi memoria esa tarde fue, aparentemente, más larga y desprotegida.
-¡Mira mamá! Es una araña.
- Ay Dios! Casa nueva y aun así no estamos a salvo de estos peligros.

Yo no entendía nada de lo que decían, ni nunca en mi corta vida había visto seres semejantemente grandes, nunca había visto a una persona. Creo que más que la forma que me miraban, me daba miedo su gran tamaño. Y puede ser posible que el miedo se apoderara de mí por unos cuantos segundos.
Finalmente decidí seguir con mi camino en busca de alimento y nuevamente giré hacia la puerta al patio. Corrí muy rápido ya que darles la espalda por tanto tiempo era, quizá, no muy conveniente. Observé como mi amiga Paty la mosca me miraba con sus ojos más saltones que nunca y así comprendí que aquellos seres que se llaman personas no eran tan amigables como yo lo pensé. Corrí, corrí lo más rápido que pude, pero no fue suficiente. Sentí un soplo de viento y luego quedé pegada a un zapato. Caí casi muerta al suelo y solo me quedó decir:
- Ni saben como soy yo, no saben que mis hijos esperan por la comida que les llevaré, aunque les haya dicho que era para mí; y aun así me llaman un peligro.

domingo, 6 de diciembre de 2009



El dolor aprieta la garganta, pero sentimos aun más la presión de nuestros puños aferrados al dolor, la pasión de mis manos, una pasión carnal.
Sobre espejos trizados mis pies sangran. La sangre de mi cuerpo y el respiro de mi alma. Una ráfaga de viento, o más bien un huracán, de pura sencillez.
Es sólo mi momento de surgir, de salir de esas manos que suavemente aprietan mi garganta.
Es la hora. Es mi turno. Mi decisión.
Caigo, pero finalmente ya no siento el dolor, mi cuerpo no tiene vida, pero mi mente sigue en pie. Aquí esperando el precipicio sin fin, de caer y caer, de la espera angustiante, de la pasión reprimida.
No pasa por mi mente la resignación, el emblema se mi alma que allá arriba quedó, en esa cuidad de cemento gris; no pasa por mi alma el dolor de mi cuerpo y no pasa por mi cuerpo la paz de mi mente. Sencillamente ya no pasan por mí.
Me he saltado las barreras que tú haz puesto en mi camino, sólo para verme rendir, me he tropezado en, quizá, más de alguna, pero siempre supiste que no era el momento y ayudaste a la superación.
Sin embargo ahora aquí me ves: sola en el olvido, cayendo de un gran vacío, en el olvido de tus manos que palpaban mi cuerpo, el olvido de tus ojos que me miraban constantemente, el desamparo de tu corazón.


Caigo. Caigo. Sólo caigo.